Los camalotes que invadieron las zonas ribereñas del Delta y el Area Metropolitana de Buenos Aires trajeron una gran variedad de animales, algunos de ellos peligrosos. Ya
hay varios casos de vecinos mordidos por serpientes, entre ellos el de
un hombre atacado por una especie venenosa en las islas de Tigre.
Aquí, cuatro especies que aparecieron en lugares como Tigre, San Fernando, Vicente López, San Isidro y Quilmes, entre otros. Sus características y reacciones habituales ante la presencia humana.
Yarará grande (bothrops alternatus)
Aunque
es venenosa, se trata de la especie menos peligrosa de las yararás. Los
especialistas en fauna afirman que se puede pasar a 40 centímetros y no
va a atacar, a menos que se sienta amenazada. Antes de morder, golpea
la cola contra el suelo y suena parecido a un cascabel.
Lagarto overo
El
ejemplar adulto llega a medir 1,50 metro y es muy común en Buenos
Aires. Son huidizos y sólo salen de su refugio con más de 28° de
temperatura. Pueden morder si se los encierra o se los trata de
capturar.
Culebra de los esteros (helicops infrataeniatus)
Fue
la especie que más llegó a Quilmes, junto con las culebras de agua
(helicops leopardinus). Si se las acorrala, responden mordiendo como
mecanismo defensivo, pero no poseen veneno.
Coipo o nutria roedora
Es
una especie de roedor parecido al castor y habita distintos tipos de
humedales. Ante la presencia de humanos, escapa. Más allá de su aspecto
similar a las ratas, que genera rechazo y temor en muchas personas, son
tímidos e inofensivos, a diferencia de la nutria, que sí puede morder.
FUENTE: Clarín
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