El prolongado sueño felino.
En promedio, los gatos pueden llegar a dormir entre 13 y 14 horas
diarias. Lo más insólito es que durante la noche es cuando más
deambulan, ya que es el momento del día en el que se les despierta su
instinto cazador. Esto también sucede incluso con los leones, que no
tienen la necesidad de estar todo el tiempo en alerta.
Mitad dormidos, mitad despiertos.
Los delfines pueden alcanzar el sueño con la mitad de su cerebro en
estado de alerta. Pueden mantener las señales de la fase no REM en
funcionamiento en sólo un hemisferio, mientras la otra parte se mantiene
despierta.
Dormir de pie. A algún humano le
habrá pasado en el colectivo, pero lo cierto es que tanto las vacas como
los caballos pueden dormir de pie. De todos modos, para poder dormirse
profundamente y experimentar la fase REM, necesitan recostarse.
El poco sueño en las alturas. La jirafa es el animal que menos necesita dormir de todos los mamíferos. El motivo es que, debido a su tamaño, siempre quedan expuestas a convertirse en presa fácil de sus depredadores. Su organismo está preparado para reservar energías de manera constante. En promedio, las jirafas duermen entre 10 minutos y dos horas por día.
El eterno soñador.
El caracol del desierto tiene la habilidad de dormir hasta tres años de
manera continua. Su proceso de hibernación requiere que el clima
encuentre un cierto grado de humedad que es vital para su supervivencia.
Hasta que ese clima no se produzca, no saldrán del caparazón.
Durmiendo con el enemigo.
El ornitorrinco tiene la particularidad de que realiza los mismos
movimientos para dormir que para cazar a sus presas. Esto les permite
tomar desaparcibidos a los crustáceos en el momento justo.
Siempre alerta.
Con el fin de poder escapar a tiempo de los predadores, el primate
Papio Africano suele dormir en la cima de un árbol apoyado sobre sus dos
talones. Esos monos se ubican en cuclillas sobre alguna rama y así
pueden descansar y conciliar el sueño durante horas.
Sueño en el aire.
Aún se mantiene el debate científico, pero varias corrientes de
especialistas aseguran que los albatros tienen la capacidad de dormir en
pleno vuelo. La ciencia descubrió que el ave es capaz de reducir al
mínimo su actividad cerebral y sólo deja los movimientos de planeo como
mecanismos involuntarios.
Sueño en cuotas. Las hormigas
siempre tienen algo nuevo para sorprender. Si bien se dijo durante un
tiempo que jamás dormían, recientes estudios demostraron que esos
insectos pueden llegar a experimentar 253 episodios de sueño cada día,
de un minuto de duración cada uno.
FUENTE: Infobae
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