El término pantera negra puede resultar confuso, en primer lugar,
porque no hace referencia a una especie en sí, sino que, de forma
genérica, se refiere a los grandes felinos con pelaje de color negro.
Tal
condición es causada por el llamado gen agutí, que regula la
distribución del pigmento negro del cabello. Es más frecuente en
leopardos, que se encuentran en Asia y África, y jaguares, que
encontramos en América del Sur. Según el santuario animal Big Cat Rescue
(situado en Florida, EE. UU.), el color es el resultado de un exceso de
melanina, el mismo pigmento responsable del bronceado.
Los expertos recalcan que el ser negros no quiere decir que estos
felinos no presenten motas en la piel, simplemente son más difíciles de
ver.
«Si la luz les da correctamente, pueden
distinguirse claramente las motas», afirma Patrick Thomas, conservador
responsable del zoo del Bronx, en el que viven dos leopardos negros.
Según
el experto, el color negro no supone una ventaja durante la noche
frente a los cazadores furtivos, aunque pudiera parecerlo. «En realidad
es más fácil para otras especies localizar un animal con color liso que
con marcas o rayas». Por ejemplo, los tigres, leopardos o jaguares son
más difíciles de ver entre la vegetación.
Además,
insiste en que es un error creer que los grandes felinos suelen ser
aves nocturnas. «Son muy oportunistas», señala. «Si creen que hay
posibilidades de cazar durante el día y tienen hambre, lo harán».
FUENTE: National Geographic
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