Un disparo en la cabeza casi acaba con la vida de “Esperanza”, una ocelote (tigrillo) de diez meses de edad. La bala salió por su mandíbula.
El animal fue atacado la madrugada del sábado, en el Bosque Protector La Perla, de La Concordia, donde “Esperanza” lleva dos semanas enjaulada como parte del proceso de reinserción a la selva.
Cuidadores del bosque explicaron que quien la hirió sólo la atacó y luego escapó.
La mañana del domingo, como todos los días, los cuidadores fueron
al sitio donde estaba el felino para dejarle su comida y lo encontraron
agonizando.
La rápida intervención y traslado a un médico veterinario logró
salvarle la vida, aunque “Esperanza” perdió su ojo derecho y parte de la
mandíbula superior izquierda.
Jeyson Crespo, director del Bosque Protector La Perla, lamentó lo acontecido y rechazó el accionar del agresor.
Dijo que en la condición en la que queda el animal será muy difícil
encontrarle un sitio para que permanezca (zoológico), así en la selva
no podrá estar.
El tigrillo hembra seguirá en La Perla por cinco meses más junto a
otra felina adulta, que llegó hace poco con heridas de perdigones, las
autoridades del lugar buscan un refugio para ellas.
Autoridades del Ministerio de Medio Ambiente llegaron al bosque
para conocer del hecho, en lo posterior darán a conocer qué acciones
emprenderán en este caso.
El Código Orgánico Integral Penal (COIP) dedica un capítulo a
delitos contra la biodiversidad. El artículo 247 establece que la
persona que cace, pesque, capture, recolecte, extraiga, tenga,
transporte, trafique, se beneficie, permute la flora o fauna silvestre
terrestre, marina o acuática, de especies amenazadas, en peligro de
extinción será sancionada con pena privativa de libertad de uno a tres
años.
FUENTE: El Diario
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