Punto final al uso de chimpancés en Estados Unidos para probar los avances científicos.
El todopoderoso Instituto Nacional de la Salud ha zanjado una
prolongada controversia con las asociaciones de defensa del animal al decretar el final de las investigaciones con estos animales
y la liberación de los últimos 50, que serán trasladados a diferentes
santuarios distribuidos por el país. Su director, Francis Collins,
además de resaltar «la gran contribución que han hecho a la salud de los
norteamericanos», fue roundo al asegurar que «ya no hay justificación
para continuar usándolos en la invasiva investigación médica, ahora que
ya existen nuevos métodos y tecnologías que lo hacen innecesario».
La satisfacción de las demandas de los animalistas se inició hace dos años, cuando el Instituto dio su primer paso al liberar a 300 de los 400 chimpancés con los que contaba, la mayoría de ellos en el estado de Texas. Será en el estado de Luisiana donde convivan ahora la mayoría de los animales, ya que cuenta con el principal santuario y es el destino al que mayoritariamente se les ha ido trasladando desde 2003
La utilización de chimpancés para probar hallazgos fruto de la investigación biomédica responde a que se trata del animal con el ADN más parecido al de los humanos, «igual que el nuestro en un 98 por ciento», según explicó Collins.
Sin embargo, la decisión del Instituto Nacional de la Salud no satisface plenamente las demandas de las asociaciones de defensa del animal. La presidenta de la Sociedad Humana de Estados Unidos, Wayne Pacelle, aseguró que una cosa es que el NIH (en sus siglas en inglés) haya decidido no utilizarlos en la investigación, y «otra cosa es que no vaya a hacerse en las instalaciones privadas en las que ahora van a vivir los 400 chimpancés». Por ello, Pacelle asegura que van a seguir demandando que la liberación garantice que no vuelven a ser usados. En la misma línea, Dan Ashe, director de Fish and Wildlife, afirma que «mientras estén cautivos están amenazados».
Pero la ley contempla que una vez los chimpancés están en un santuario, no pueden ser trasladados para investigación médica. En la actualidad, Estados Unidos cuenta con más de un centenar de santuarios, de los cuales el de Chimp Haven, en Luisiana, es el que más alberga, 110 ejemplares.
FUENTE: ABC
La satisfacción de las demandas de los animalistas se inició hace dos años, cuando el Instituto dio su primer paso al liberar a 300 de los 400 chimpancés con los que contaba, la mayoría de ellos en el estado de Texas. Será en el estado de Luisiana donde convivan ahora la mayoría de los animales, ya que cuenta con el principal santuario y es el destino al que mayoritariamente se les ha ido trasladando desde 2003
La utilización de chimpancés para probar hallazgos fruto de la investigación biomédica responde a que se trata del animal con el ADN más parecido al de los humanos, «igual que el nuestro en un 98 por ciento», según explicó Collins.
Sin embargo, la decisión del Instituto Nacional de la Salud no satisface plenamente las demandas de las asociaciones de defensa del animal. La presidenta de la Sociedad Humana de Estados Unidos, Wayne Pacelle, aseguró que una cosa es que el NIH (en sus siglas en inglés) haya decidido no utilizarlos en la investigación, y «otra cosa es que no vaya a hacerse en las instalaciones privadas en las que ahora van a vivir los 400 chimpancés». Por ello, Pacelle asegura que van a seguir demandando que la liberación garantice que no vuelven a ser usados. En la misma línea, Dan Ashe, director de Fish and Wildlife, afirma que «mientras estén cautivos están amenazados».
Pero la ley contempla que una vez los chimpancés están en un santuario, no pueden ser trasladados para investigación médica. En la actualidad, Estados Unidos cuenta con más de un centenar de santuarios, de los cuales el de Chimp Haven, en Luisiana, es el que más alberga, 110 ejemplares.
FUENTE: ABC
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