La población de osos polares, amenazados por el calentamiento
climático, a causa del deshielo del casquete polar ártico, disminuirá en
más de 30% en los 35 o 40 próximos años, alertó este jueves la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Los expertos estiman que hay entre 22.000 y 31.000 osos polares en el
mundo (Estados Unidos, Canadá, Noruega, Groenlandia y Rusia), según la
UICN, que actualiza regularmente sus informes sobre flora y fauna
amenazadas en el mundo.
Según esta organización, los estudios muestran que "existe una fuerte
probabilidad de que se registre una disminución de más de 30% de la
población de osos polares en los próximos 35-40 años", por la pérdida de
su hábitat a causa del calentamiento climático, la mayor amenaza para
la supervivencia de esta especie.
Según la UICN, estudios recientes demuestran que el deshielo del
casquete polar ártico, y por ende también en islas e islotes, se produce
más rápidamente que las previsiones realizadas a partir de la mayoría
de los modelos climáticos.Además, los osos polares dependen de las zonas heladas para acceder a
sus presas. Un periodo de cinco meses o más sin hielo provocaría un
ayuno más prolongado para la especie, lo que es susceptible de causar
una infertilidad creciente o la hambruna en ciertas regiones.
Según previsiones recientes, vastas extensiones del archipiélago
ártico canadiense no contarán con hielo durante más de cinco meses al
año hacia fines del siglo XXI. En otras partes del Ártico, este umbral
de cinco meses podría alcanzarse a mediados del siglo actual.
El aumento de las temperaturas en la región también puede afectar a
los hábitats y aumentar la incidencia de enfermedades en especies que
son presas habituales de los osos polares, como las focas, lo que agrava
los riesgos para éstos.
"Los efectos del cambio climático van más allá de esta especie
emblemática y representan una amenaza que nuestro planeta nunca conoció
en el pasado", afirma la directora general de la UICN, Inger Andersen,
en un comunicado.
Además del deshielo, la contaminación, la prospección de recursos y
las modificaciones de los hábitats debido a actividades humanas también
representan amenazas potenciales. La explotación petrolífera en el
Ártico, por ejemplo, provoca varios peligros en la región, como las
mareas negras.
La lista roja de la UICN comprende actualmente 79.837 especies
repertoriadas, de las cuales 23.250 están amenazadas de extinción. Los
osos polares son condiderados como "vulnerables".
La población de osos polares, amenazados por el calentamiento
climático, a causa del deshielo del casquete polar ártico, disminuirá en
más de 30% en los 35 o 40 próximos años, alertó este jueves la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Los expertos estiman que hay entre 22.000 y 31.000 osos polares en el mundo (Estados Unidos, Canadá, Noruega, Groenlandia y Rusia), según la UICN, que actualiza regularmente sus informes sobre flora y fauna amenazadas en el mundo.
Según esta organización, los estudios muestran que "existe una fuerte probabilidad de que se registre una disminución de más de 30% de la población de osos polares en los próximos 35-40 años", por la pérdida de su hábitat a causa del calentamiento climático, la mayor amenaza para la supervivencia de esta especie.
Según la UICN, estudios recientes demuestran que el deshielo del casquete polar ártico, y por ende también en islas e islotes, se produce más rápidamente que las previsiones realizadas a partir de la mayoría de los modelos climáticos.
Además, los osos polares dependen de las zonas heladas para acceder a sus presas. Un periodo de cinco meses o más sin hielo provocaría un ayuno más prolongado para la especie, lo que es susceptible de causar una infertilidad creciente o la hambruna en ciertas regiones.
Según previsiones recientes, vastas extensiones del archipiélago ártico canadiense no contarán con hielo durante más de cinco meses al año hacia fines del siglo XXI. En otras partes del Ártico, este umbral de cinco meses podría alcanzarse a mediados del siglo actual.
El aumento de las temperaturas en la región también puede afectar a los hábitats y aumentar la incidencia de enfermedades en especies que son presas habituales de los osos polares, como las focas, lo que agrava los riesgos para éstos.
"Los efectos del cambio climático van más allá de esta especie emblemática y representan una amenaza que nuestro planeta nunca conoció en el pasado", afirma la directora general de la UICN, Inger Andersen, en un comunicado.
Además del deshielo, la contaminación, la prospección de recursos y las modificaciones de los hábitats debido a actividades humanas también representan amenazas potenciales. La explotación petrolífera en el Ártico, por ejemplo, provoca varios peligros en la región, como las mareas negras.
La lista roja de la UICN comprende actualmente 79.837 especies repertoriadas, de las cuales 23.250 están amenazadas de extinción. Los osos polares son condiderados como "vulnerables".
Los expertos estiman que hay entre 22.000 y 31.000 osos polares en el mundo (Estados Unidos, Canadá, Noruega, Groenlandia y Rusia), según la UICN, que actualiza regularmente sus informes sobre flora y fauna amenazadas en el mundo.
Según esta organización, los estudios muestran que "existe una fuerte probabilidad de que se registre una disminución de más de 30% de la población de osos polares en los próximos 35-40 años", por la pérdida de su hábitat a causa del calentamiento climático, la mayor amenaza para la supervivencia de esta especie.
Según la UICN, estudios recientes demuestran que el deshielo del casquete polar ártico, y por ende también en islas e islotes, se produce más rápidamente que las previsiones realizadas a partir de la mayoría de los modelos climáticos.
Además, los osos polares dependen de las zonas heladas para acceder a sus presas. Un periodo de cinco meses o más sin hielo provocaría un ayuno más prolongado para la especie, lo que es susceptible de causar una infertilidad creciente o la hambruna en ciertas regiones.
Según previsiones recientes, vastas extensiones del archipiélago ártico canadiense no contarán con hielo durante más de cinco meses al año hacia fines del siglo XXI. En otras partes del Ártico, este umbral de cinco meses podría alcanzarse a mediados del siglo actual.
El aumento de las temperaturas en la región también puede afectar a los hábitats y aumentar la incidencia de enfermedades en especies que son presas habituales de los osos polares, como las focas, lo que agrava los riesgos para éstos.
"Los efectos del cambio climático van más allá de esta especie emblemática y representan una amenaza que nuestro planeta nunca conoció en el pasado", afirma la directora general de la UICN, Inger Andersen, en un comunicado.
Además del deshielo, la contaminación, la prospección de recursos y las modificaciones de los hábitats debido a actividades humanas también representan amenazas potenciales. La explotación petrolífera en el Ártico, por ejemplo, provoca varios peligros en la región, como las mareas negras.
La lista roja de la UICN comprende actualmente 79.837 especies repertoriadas, de las cuales 23.250 están amenazadas de extinción. Los osos polares son condiderados como "vulnerables".
La población de osos polares, amenazados por el calentamiento
climático, a causa del deshielo del casquete polar ártico, disminuirá en
más de 30% en los 35 o 40 próximos años, alertó este jueves la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Los expertos estiman que hay entre 22.000 y 31.000 osos polares en el mundo (Estados Unidos, Canadá, Noruega, Groenlandia y Rusia), según la UICN, que actualiza regularmente sus informes sobre flora y fauna amenazadas en el mundo.
Según esta organización, los estudios muestran que "existe una fuerte probabilidad de que se registre una disminución de más de 30% de la población de osos polares en los próximos 35-40 años", por la pérdida de su hábitat a causa del calentamiento climático, la mayor amenaza para la supervivencia de esta especie.
Según la UICN, estudios recientes demuestran que el deshielo del casquete polar ártico, y por ende también en islas e islotes, se produce más rápidamente que las previsiones realizadas a partir de la mayoría de los modelos climáticos.
Además, los osos polares dependen de las zonas heladas para acceder a sus presas. Un periodo de cinco meses o más sin hielo provocaría un ayuno más prolongado para la especie, lo que es susceptible de causar una infertilidad creciente o la hambruna en ciertas regiones.
Según previsiones recientes, vastas extensiones del archipiélago ártico canadiense no contarán con hielo durante más de cinco meses al año hacia fines del siglo XXI. En otras partes del Ártico, este umbral de cinco meses podría alcanzarse a mediados del siglo actual.
El aumento de las temperaturas en la región también puede afectar a los hábitats y aumentar la incidencia de enfermedades en especies que son presas habituales de los osos polares, como las focas, lo que agrava los riesgos para éstos.
"Los efectos del cambio climático van más allá de esta especie emblemática y representan una amenaza que nuestro planeta nunca conoció en el pasado", afirma la directora general de la UICN, Inger Andersen, en un comunicado.
Además del deshielo, la contaminación, la prospección de recursos y las modificaciones de los hábitats debido a actividades humanas también representan amenazas potenciales. La explotación petrolífera en el Ártico, por ejemplo, provoca varios peligros en la región, como las mareas negras.
La lista roja de la UICN comprende actualmente 79.837 especies repertoriadas, de las cuales 23.250 están amenazadas de extinción. Los osos polares son condiderados como "vulnerables".
Los expertos estiman que hay entre 22.000 y 31.000 osos polares en el mundo (Estados Unidos, Canadá, Noruega, Groenlandia y Rusia), según la UICN, que actualiza regularmente sus informes sobre flora y fauna amenazadas en el mundo.
Según esta organización, los estudios muestran que "existe una fuerte probabilidad de que se registre una disminución de más de 30% de la población de osos polares en los próximos 35-40 años", por la pérdida de su hábitat a causa del calentamiento climático, la mayor amenaza para la supervivencia de esta especie.
Según la UICN, estudios recientes demuestran que el deshielo del casquete polar ártico, y por ende también en islas e islotes, se produce más rápidamente que las previsiones realizadas a partir de la mayoría de los modelos climáticos.
Además, los osos polares dependen de las zonas heladas para acceder a sus presas. Un periodo de cinco meses o más sin hielo provocaría un ayuno más prolongado para la especie, lo que es susceptible de causar una infertilidad creciente o la hambruna en ciertas regiones.
Según previsiones recientes, vastas extensiones del archipiélago ártico canadiense no contarán con hielo durante más de cinco meses al año hacia fines del siglo XXI. En otras partes del Ártico, este umbral de cinco meses podría alcanzarse a mediados del siglo actual.
El aumento de las temperaturas en la región también puede afectar a los hábitats y aumentar la incidencia de enfermedades en especies que son presas habituales de los osos polares, como las focas, lo que agrava los riesgos para éstos.
"Los efectos del cambio climático van más allá de esta especie emblemática y representan una amenaza que nuestro planeta nunca conoció en el pasado", afirma la directora general de la UICN, Inger Andersen, en un comunicado.
Además del deshielo, la contaminación, la prospección de recursos y las modificaciones de los hábitats debido a actividades humanas también representan amenazas potenciales. La explotación petrolífera en el Ártico, por ejemplo, provoca varios peligros en la región, como las mareas negras.
La lista roja de la UICN comprende actualmente 79.837 especies repertoriadas, de las cuales 23.250 están amenazadas de extinción. Los osos polares son condiderados como "vulnerables".
FUENTE: El Comercio
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