sábado, 12 de diciembre de 2015

La silenciosa extinción de los anfibios

Batrachochytrium dendrobatidis (Bd) es un nombre tan poco conocido como difícil de pronunciar y el villano de este cuento. Se trata de un hongo que ha causado la extinción de casi 200 especies, aunque sólo es una amenaza más en la larga lista de peligros a los que se enfrentan ranas, sapos y salamandras. "Es un peligro inminente, pero todavía existe la posibilidad de evitar una gran catástrofe", advertía el biólogo de la Universidad Estatal de San Francisco Vance Vredenburg este mismo año en Science.        
                           
Un artículo publicado hoy en la revista PLOS Pathogens supone una nueva llamada de auxilio cuyo fin es evitar la desaparición de estos animales. Batrachochytrium salamandrivorans (Bsal) es un primo cercano del azote de ranas y sapos pero centrado, como su nombre indica, en las salamandras.

Y se está extendiendo por el globo por culpa del comercio de especies. "Es necesaria la colaboración internacional para evitar la propagación", asegura a Teknautas la investigadora de la Estación de Investigación del Pacífico Noroeste y coautor del trabajo, Deanna Olson.
               


                 


FUENTE: El Confidencial


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